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Según Jáudenes (2006, cit), dependiendo si la pérdida de audición se encuentra en un solo oído, se denomina unilateral y si es en ambos bilaterales, pudiéndose clasificar según los siguientes criterios:
a) Según el momento de aparición:
Sordera prelocutiva
- La pérdida auditiva antes de que se desarrolle el lenguaje (antes de los dos años)
Sordera perilocutiva
- La pérdida auditiva aparece entre los dos y los cuatro años, momento en que se está desarrollando el lenguaje oral.
Sordera postlocutiva
- La pérdida auditiva aparece tras la adquisición del lenguaje, a partir de los cuatro años.
b) Según la localización de la lesión:
Sorderas de trasmisión o conductivas
- Existe alteración en la trasmisión del sonido a través del oído externo y/o el oído medio.
Sorderas mixtas
- La lesión se localiza en el oído interno.
c) Según el grado de pérdida auditiva (datos recogidos en Clasificación del Bureau Internacional de Audiofonología-BIAP):
Audición normal
- (<20 dB): el niño es capaz de oír sin dificultad.
Sordera leve
- La pérdida es de 30 decibelios
- Se presentan dificultades para escuchar sonidos o conversaciones a cierta distancia.
- Pueden presentar problemas de atención, de aprendizaje, dislalias, retraso en el lenguaje y dificultades de comprensión en ambientes ruidosos.
- Suelen pasar desapercibidos y generar conductas desviadoras.
Sordera severa
- La perdida de hasta 90 decibelios.
- Presentan dificultad hasta para captar gritos. Perciben palabras amplificadas.
- No son capaces de adquirir el lenguaje de forma natural.
- Necesitan de forma temprana ayudas técnicas como audífonos e intervención logopédica para aprovechar los restos auditivos que tengan.
Sordera profunda
- Umbrales que superan los 90 decibelios.
- No percibe la voz aunque sea bastante fuerte.
Cifosis
La pérdida de audición en niños y niñas no se suele notar durante el primer tiempo de vida, lo cual afecta considerablemente
al desarrollo del lenguaje, a la capacidad de aprendizaje y a la sociabilidad. Es de gran importancia el papel que juegan los padres y profesores para descubrir si el niño/a tiene o no algún problema auditivo y poder detectar con la mayor brevedad posible.