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El colectivo de Personas Sordas es muy diverso. En esta variedad influyen factores relacionados tanto con el tipo de sordera (momento de aparición, lugar de la lesión, grado pérdida auditiva), con las formas de comunicación utilizadas, con diversas características individuales (edades, etc.) como con el contexto familiar, educativo y social.
En España,
las personas sordas se comunican de diferentes formas. Para algunas la lengua de signos española o la catalana es su primera lengua mientras que para otras lo es la lengua oral; las hay que dominan ambas lenguas (signadas y orales) y se sienten igualmente cómodas con las dos según en qué contextos y situaciones mientras que para otras, una de ellas es la que predomina o la única que utilizan; entre las personas sordas usuarias de la lengua de signos algunas aprendieron a signar en su infancia y otras siendo ya adultas; hay quienes son usuarias de audífonos o implantes cocleares y entre ellas, hay quienes usan la lengua de signos y quienes no; además, dentro de ese grupo, encontraremos personas que consideran que las ayudas técnicas a la audición son suficientes para participar en el mundo que les rodea mientras que para otras, aun siendo necesarias, son insuficientes. También encontraremos personas sordas que, a causa de un sistema educativo no inclusivo, tienen problemas de expresión y comprensión de textos escritos.
Al igual que en el resto de la población, entre las personas sordas encontraremos niñas y niños, jóvenes, mayores, personas sordas con otra(s) discapacidad(es), Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), inmigrantes, etc. Todas y cada una de ellas con sus necesidades y demandas concretas.
Se hace necesaria la implementación de
diferentes medidas de accesibilidad, recursos y ayudas técnicas que faciliten la integración de este colectivo en la sociedad en igualdad de condiciones que el resto de las personas.
Mención especial requieren las personas que además de la discapacidad auditiva, tienen algún otro tipo de discapacidad, como las personas sordociegas.
En este caso es necesario aplicar unas medidas diferentes a las estudiadas en este manual, ya las necesidades son distintas y, por lo tanto, los recursos a emplear también.
Es importante saber que, aún tratándose de un colectivo heterogéneo, todas las personas sordas, cualquiera que sea su tipo o grado de sordera, situación individual e independientemente de que sean o no usuarias de las lenguas de signos, comparten la necesidad de acceder a la comunicación e información del entorno sin barreras de ningún tipo.